A pesar de mi juventud, como siempre digo, hace 15 años que comencé en el mundo de la fotografía. Desde mis inicios siempre he seguido una línea muy clara, fruto de la ilusión, de mis sueños, de mis metas… y no ha sido otra que el dedicarme a la moda.

Siempre he tenido personas que han sido y son referentes para mi, muchos de ellos hoy en día amigos y compañeros, de los que he ido aprendiendo y desarrollando lo que hoy en día hago, de cómo desarrollo mis proyectos y cómo dirijo al equipo. Una de las facetas más importantes en mi trabajo es la dirección de los modelos, transmitirles lo que quiero y darle pautas para conseguir los resultados que tengo en la cabeza.

Hace un año y medio me propusieron en Doble Erre, una de las agencias con las que trabajo, formar parte de la plantilla de profesores de la escuela de modelos, yo sin pensarlo dije que sí, siempre he sido una persona decidida y con ganas de seguir avanzando. Podría hacerme muchas preguntas,… ¿tengo conocimientos suficientes para enseñar a modelos?, ¿estoy preparado para ello?. Desde entonces he estado estudiando mucho sobre el tema y seguir adquiriendo experiencia.

¿Mis clases? ante todo divertidas, un trabajo efectivo puede ir en paralelo con transmitir que me gusta lo que hago, que me apasiona. A lo largo de 8 cursos en la academia he conseguido que los alumnos sepan dejar la mente en blanco y actuar, que sepan moverse y que sepan captar lo que cualquier profesional pueda pedirles en algún momento durante una sesión.

Siempre comienzo mis clases diciendo – Yo os dejo a vuestro aire, que cuando os quedéis pillados ya comenzaré yo a trabajar -, mi intención es demostrarles que no vale con «copiar» una postura, cada uno tenemos una forma de sentarnos, de estar de pie, de movernos,… y es trabajo nuestro el estudiarnos a nosotros mismos y a partir de ahí mejorar, tomar referencias, y lo más importante: ver, ver, y seguir viendo a otros profesionales; pero siempre llevándolo a nuestro terreno, a nuestro cuerpo, a nuestros gestos. No somos robots, somos personas, y mi labor es demostrar que podemos destacar por lo que hacemos, no por lo que copiamos.

Muchas gracias a los más de 200 alumnos que a lo largo de este año y medio han pasado por mi cámara, y espero que hayáis podido aprender algo de lo poco que se, siempre tendré a orgullo el ser una de las primeras personas que os metió el gusanillo por la moda! Y por supuesto, gracias a Doble Erre por confiar en mi trabajo y ponerlo en valor para una causa tan importante.